20.10.10

Pasajeros sin vuelta de hoja

Algunos lloran durante el viaje. Sentados en asientos separados, las lágrimas resbalan por sus ojos confundiéndose con las gotas de lluvia que golpean el cristal de las ventanas. Mientras, otros duermen plácidamente en las literas sin que la tormenta les aparte de su sueño.

–¿Asiento o litera? –pregunta el revisor.

–Litera, por supuesto –dice sonriente un nuevo pasajero.

9.10.10

Sin alas

–Como los ángeles al caer el Sol –respondió a la pregunta de cómo se encontraba.
–¿Sin alas? –dije yo sin poder separar los ojos de sus heridas, haciendo evidente mi más completa ignorancia.
–No, sin sueño.


Ayer volví a verla, con la cabeza metida en un contenedor y la sangre aún fresca. Pero esta vez no pregunté. El tren que esperaba no la esperó y, como los ángeles al caer el sol, se había despojado de sus alas, arrancándolas de cuajo para tirarlas directamente a la basura.