25.1.12

...Y no aparece

Al diablo no le importó esta vez que le quitasen la razón. Con aquella palabra ya sumaba sus siete y allí abajo se vivía mucho más calentito. Aún así iban a quejarse, después de que la tormenta les inundase el sótano, cansados de que el propietario nunca atendiese las llamadas cuando ocurría alguna tragedia.