21.1.11

Cosas que hacen que la vida sea una mierda #3 (Impasibles)

A cinco metros de distancia, un varón de raza blanca estiraba del bolso de una anciana de enorme tamaño tirándola al suelo, mientras unos niñitos jugaban a lanzar piedras sobre los patos del estanque. En uno de los árboles del parque, un dulce jilguero, testigo de excepción, mascaba tabaco y picoteaba sobre la corteza motivos obscenos…

–Hola, ¿qué tal te va? –preguntó el Chico sentándose en el banco.
–Bien, supongo… –contestó Ella, aún sin mirar a ninguna parte.
–¿Supones?
–Sí, todo es un suponer…
–¿Ya te pones filosófica?
–¿Qué filosófica ni qué narices en vinagre? Ahora el “suponer” va a ser filosófico… Si los griegos levantasen la cabeza nos iban a coser el culo a patadas…
–Entonces estás bien…
–Si… psé psá… de los últimos cuarenta currículums que he echado no me han llamado de ningún sitio. He dejado la universidad porque me sentía incapaz. He engordado dos kilos en la última semana y acabo de dejar a mi novio.
–¡Buah! Mujer, para currar en el BurryKing tienes toda la vida, pero para pudrirte en la universidad siempre hay tiempo. Además piensa que podrías estar más gorda, más fea y que nadie te quisiera.
–¿Has escuchado lo que acabas de decir?
–No.
–Ya lo suponía… Bueno, ¿y tú qué tal?
–Ayer me encontraba fatal e intenté suicidarme tomando un bote entero de pastillas, pero cuando iba por la segunda me sentí mucho mejor.



…y a la vuelta de la esquina estallaba la XIV Guerra Universal…

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