25.1.12

...Y no aparece

Al diablo no le importó esta vez que le quitasen la razón. Con aquella palabra ya sumaba sus siete y allí abajo se vivía mucho más calentito. Aún así iban a quejarse, después de que la tormenta les inundase el sótano, cansados de que el propietario nunca atendiese las llamadas cuando ocurría alguna tragedia.

11 comentarios:

  1. Ya era hora, justo las 23:07. Bonita hora para un reencuentro. No te escapes más.

    Nene!!!

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  2. Ah, traía besos, por aquí los dejo.
    Besos

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  3. en la tragedia se vive mejor, sí, pero hay que reclamar, sobre todo cuando lo inundado es la misma cosa, la tragedia y la no tragedia... o yo me estoy haciendo lío y no sé decirte lo que quiero, pero vos me entendés, seguro sos el diablo o viceversa, lo mismo, en todo caso.
    qué bien se está casi siempre con el diablo, no me lo podés negar, y qué bien se está con dios, y qué mal que los dos se parezcan a uno...

    =)

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  4. a ver que yo me aclare... el sótano es el infierno o parece el infierno, que no es lo mismo...

    ¡que lío!

    biquiños,

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  5. en La Tierra, y sí menuda mierda

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  6. Como tiene que ser. Hazme caso, entiendo de sótanos. No en vano soy Josef, Josef Fritzl.

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  7. Blafemando a estas horas, Gabrielito? Me gusta el texto. Bien narrado.

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  8. Publica mássssssss,
    que se te echa de menos

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  9. tu texto tiene el suficiente desconcierto para no saber si una entiende lo que se cuenta.En la mente de los lectores, se desvelan historias propias....puf! no te voy a relatar lo que me ha sugerido...corto y intenso...con poco, mucho.....saludos!

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