Empezar de cero no es borrón y cuenta nueva, es limpiarse un
poco los zapatos sin tocar las suelas y seguir caminando. Jugar a la ruleta con
las mismas malditas fichas, apostar a otro número, quizás nueve, quizás su
primo. Tocar otra piel con otras huellas dactilares. Cambiar de marca de tabaco
y no de boca, cambiar de boca y no de corazón. Colocarse el cerebro a la
izquierda, saltar de línea, omitir el párrafo, llegar al hueco, quemar la
hoguera, secar la sal, romper el viento, doblar la aguja, marcar al verbo,
repetir la seña, pasar la esquina, agujerear la sombra.
Me alegra no ser la única que lo piensa. Y me retuerce corroborar que tengo razón.
ResponderEliminarTendremos que conformarnos con cambiar el mundo, aunque no sepamos cambiarnos nosotros.
Bien hallado, de nuevo.
Un abrazo, maifren.
Una vez comenzada la partida no se puede empezar de cero, hay que matar al monstruo para pasar de nivel.
ResponderEliminarBesicos
Es como dices.
ResponderEliminarPero la experiencia me dice que con el tiempo siempre se pierde.
Y comenzar otra vez es muy cansado.
es imposible empezar de cero, el pasado, aún olvidado, es un equipaje que siempre vive en nosotros.
ResponderEliminary dicho ésto, bienvenido de nuevo.
biquiños,.
Una vez que comenzamos, podemos empeorar o mejorar, pero volver a la salida se me antoja, extremadamente difícil.
ResponderEliminarSaludos