El
suicida del quinto piso es un tipo muy pesado, se pasa el día entero de aquí
para allá, haciendo ruido, mucho ruido, y por la noche no para de aullar por la
ventana. Es muy irritante, pero no me atrevo a decirle nada, no vaya a ser que
le mate.
El
suicida del quinto piso es un hombre un poco raro, cuando le preguntas por lo
suyo nunca tiene tiempo. Padece de vértigo, es alérgico a las fibras de cuerda
y a innumerables medicamentos, es pacifista y no soporta las armas (ni siquiera
las blancas).
Sin
embargo, el suicida del quinto piso no quiere que hoy sea su último día y ha
estado bien tranquilo. Y yo le comprendo. Es domingo.
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